Desde el DIOEP del CIPFP Mislata queremos recordarte algo importante: la ansiedad no es tu enemiga. Es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que percibimos como un reto o una amenaza. Todas las personas la sentimos alguna vez. El objetivo no es “vivir sin ansiedad”, sino aprender a gestionarla para que no limite tu día a día.
La ansiedad empieza a ser un problema cuando: Es intensa y desagradable, aparece muy a menudo o sin motivo claro y te impide hacer cosas que quieres o necesitas hacer.
¿Por qué nos pasa? La ansiedad activa la famosa respuesta de bloqueo, lucha o huida. Tu cuerpo cree que hay un peligro, aunque sea un examen, hablar en público o una situación incómoda. Por eso puedes notar: Palpitaciones, sudoración, sensación de ahogo, pensamientos negativos (“no podré”, “me pasará algo”)… Estos síntomas son molestos, pero no son peligrosos.
¿Qué puede ayudarte?
Respira para bajar revoluciones
Prueba esta técnica (1 minuto): Inhala 4 segundos, mantén 2 y exhala 6. Repite 6–8 veces. Esto ayuda a frenar la hiperventilación y a mandar al cuerpo el mensaje de “todo está bien”.
Relaja el cuerpo
Tu cuerpo no puede estar tenso y relajado a la vez. Prueba esto: Tensa los hombros 5 segundos y suéltalos de golpe. Repite con manos, piernas o mandíbula. Ideal antes de un examen o situación estresante.
Cuestiona el pensamiento ansioso
Es muy importante entender nuestra ansiedad. Haz un registro de pensamientos, emociones y conductas. Además, cuando aparezca un “y si…”, pregúntate: ¿Qué pruebas tengo de que esto va a pasar? ¿Qué le diría a un amigo/a en esta misma situación? ¿Qué alternativas más realistas hay? Los pensamientos automáticos o intrusivos engañan, no son hechos.
Evitar evita… pero también mantiene la ansiedad
Si algo te da miedo, acércate poco a poco: Primero, pensar en hacerlo. Segundo, intentarlo un minuto. Tercero, quedarte un poco más. La ansiedad sube… pero siempre baja si te mantienes. Eso entrena la confianza.
Cuida tu “combo antiestrés” diario
Dormir lo suficiente, reducir cafeína (café, té, bebidas energéticas), mover el cuerpo cada día, reservarte pequeños momentos agradables y de socialización o mantener horarios estables no elimina la ansiedad, pero hace que sea manejable.
Si necesitas orientación o quieres comentar tu caso, el Departamento de Información y Orientación Educativa del CIPFP Mislata está aquí para acompañarte.